En ocasiones nos encontramos con piezas de metal que debido a sus características hace que la pintura galvanizado no pueda adherirse correctamente, por lo que es necesario contar con una buena imprimación para facilitar su posterior pintado. Es muy importante elegir tanto la imprimación como la pintura galvanizado para obtener los mejores resultados, por lo que en ocasiones es mejor invertir algo más de dinero pero saber que se va a obtener un buen resultado que gastar sin demasiado conocimiento. En este caso, la pieza que recibirá la pintura para galvanizado tendrá que contar con un pre tratamiento consistente, normalmente, en un ataque químico directamente a la superficie metálica a pintar. Con este pre tratamiento se consigue crear una reacción química en la superficie brillante del galvanizado, consiguiendo que ésta se convierta en algo de color negruzco y con cierta rugosidad, lo que permite que la pintura galvanizado tenga la máxima adherencia y quede fija durante más tiempo. Al contrario de lo que muchas personas piensan, la pintura galvanizado no es únicamente para exteriores, también se utiliza mucho en interiores, sobre todo en el sector industrial, siendo una de las cosas que no pueden faltar dentro de las medidas a tomar para el mantenimiento, la lucha contra la humedad, corrosión, oxidación, etc. En este caso, la imprimación tiene una serie de ventajas muy importantes que contribuirán a la perfecta fijación de la pintura para galvanizado y que dure mucho tiempo. Por ejemplo, la imprimación tratará a la superficie a pintar con un efecto protector que se une también a la pintura galvanizado y se consigue la máxima seguridad contra la oxidación, por ejemplo. La imprimación seca en apenas una hora y media, lo que permite el pintado en el mismo día, puede aplicarse de diferentes formas, bien con brocha o mediante pulverización en aerosol, se puede aplicar tanto interior como en exterior y debido a que tiene base de agua, no se necesitan utilizar disolventes. Lo importante antes de utilizar la pintura galvanizado es tener completamente limpia la superficie a pintar y tratarla con la imprimación, sin diluir, cubriendo toda la superficie del objeto a pintar y dejando que actúe sobre la superficie hasta que esté completamente seco y haber adquirido cierto tono negruzco, lo que nos asegurará que toda la zona ha sido correctamente tratada y preparada para la aplicación de la pintura galvanizado. En caso de que haya alguna zona que todavía tenga algun brillo debe limpiarse bien esa zona y aplicar de nuevo la imprimación. Cuando la pieza esté completamente negruzca hay que lavarla bien para que no quede ningún resto de imprimación, dejar que seque por completo y ya estará lista la pieza para la pintura para galvanizado. Como habéis podido ver, el proceso de imprimación, algo básico en la mayoría de casos en los que se quiere proteger una pieza o piezas de metal, es un proceso bastante sencillo que todo el mundo podría llegar a hacer sin problema, siempre que tenga las herramientas y productos adecuados así como respetar los tiempos recomendados por el fabricante. Los comentarios están cerrados.
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